
La construcción una industria que espera su reactivación
No es un dato que sorprenda a nadie, el hecho de que la industria de la construcción esté viviendo su peor momento económico en la historia de nuestro país. Los números indican que la caída generalizada de la actividad será aún más grande que la de la profunda crisis del 2001. Las pérdidas son alarmantes y elocuentes, pues proyectan que el segundo trimestre se convertirá en el peor de la historia argentina.
Para el Instituto de Estadística y Registro de la industria de la Construcción, en abril 2020, se perdieron 35 mil empleos en este rubro. Hoy, existen activos 280 mil empleos disponibles, cuando hace una año atrás, esa cantidad llegaba a 430 mil. Las restricciones a la actividad económica golpearon fuertemente a este sector, seguramente uno de los primeros en recibir las consecuencias del parate comercial.
Sin embargo, según algunas sondeos, se proyecta que en el tercer trimestre de este año, esta tendencia por fin comenzará a revertirse. Esta misma sensación es percibida por los actores de la industria, como lo confirma el corralón El pimpollo, que percibieron en los últimos tiempos, un incremento de las consultas en relación a las posibilidades de iniciar o continuar obras.

Y es que, no es menos real, que se trata de una de las áreas que más aporta a la economía en general, ya que se trata de actividades y movimientos que influyen en otras industrias; y también ayudan a su reactivación.
La reactivación del la economía, siempre comienza por la construcción pues a su vez empuja a otras actividades económicas, como las obras viales, la construcción de carreteras o su influencia en el transporte de mercaderías. Algo que a su vez, agiliza y puede mejorar los proceso de producción de otros sectores, creando un círculo virtuoso.
A la espera de una reactivación más profunda, muchos
sectores e incluso particulares, han
comenzado por realizar pequeñas obras o refacciones. Estos primeros
pasos ha reactivado la demanda de elementos básicos, poniendo de a poco la
industria nuevamente en movimiento.
Por ejemplo, esta tendencia se observa en el aumento de la venta del cemento.
Esta mezcla que ofrece diferentes variedades, es utilizada para diferentes trabajos,
desde los que requieren un secado rápido, hasta los que suponen una
construcción más importante. Por eso, es uno de los productos que más ha
aumentado progresivamente la demanda (en este enlace más información sobre la
variedad de este elemento https://www.elpimpollo.com.ar/cemento/). Esto
demuestra que los primeros pasos de la reactivación están dándose, aunque aún
no son suficientes y resultan discontinuos.
Con todo, la posibilidad de comenzar a realizar pequeñas obras o refacciones
-ya sea en empresas o casas particulares- presentan la particularidad de ser
también importantes motivadores de otras obras.
Además, tienen como ventaja que se trata de trabajos más breves, que implican
menos cantidad de gente y menos despliegue en la preparación de los materiales.
Todo esto lleva a que, nuevamente, este sector esté destinado una vez más, a
ser el gran reactivador de toda la industria en general.
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